No he tocado tu piel y puedo sentir su frescura,
te veo en tus fotos e imagino un hogar y un jacarandá,
y nosotros tomados de la mano
contemplando una rodaja del sol naciente.
Con tu vestido blanco
te alejas a carcajadas
porque persigo tus cosquillas
y cuando me acerco,
te dejas alcanzar
y te vienes a mis labios
para fundirnos en el beso profundo.
Vamos caminando juntos
y con nuestros ojos verdes vemos el mundo.