Te dije que la distancia no separa
lo que el amor anuda por siempre,
pero el destino sin corazón juega
a la penumbra de la soledad silente.
Me equivoqué en recorrer caminos
que no tienen feliz retorno hacia ti,
perdona la locura de la ausencia
porque mi amor de tu lado no partió.
Te miré a los ojos muy adentro,
pude ver los rastros de un ayer
que rememora aquel encuentro
de dos niños que aprenden a querer.
Bienvenida serás por siempre
a habitar los rincones de mi obsesión
para dibujar sonrisas en mi mente
de aquel momento que nunca ocurrió.
El cielo estrellado me habla
de historias que pueden ser,
por eso parto muy lejos
pero muy cerca de tu querer.