¿Compra huevos compadre?
Tengo un compadre negro
de inteligencia blanca
para contar su cuento
se sentaba en una banca.
Y una comadre blanca
de negros pensamientos
para contar su historia
no necesitaba asientos.
La comadre blanca
criaba negras gallinas
que le ponían huevos
vendidos en una esquina.
Donde el compadre negro
decía se los compraba
y le llevaba tantos
que era una gran huevada.
Le traigo aún fresquitos
lindos y grandes huevos.
Señora son muy chiquitos
los huevos que allí yo veo.
Que al tomarlos en las manos
lleve sus huevos de paseo,
su porte no me convencen
y no me agarre para el hueveo.
Para que los quiere grandes
si usted es pequeñito
ponga uno a cada lado
y le quedarán muy bonitos.
La idea ya la tiene
acomódese igualito
a como estuvo antenoche
gozándolos ligeritos.
Dos huevos grandes no le hacen
en una copa de pie
mire que dice usted
a la copa no le hacen bien.
Para que quiere un huevón
si ya lo creo que es
póngase usted de pie
y los paga de un tirón.