Pensar en las abuelitas de espalda doblada
Cabellos canos y recogidos en lo alto de la cabeza
ya es arcaico y obsoleto
y más aún pensar
en las caras dulces pero arrugaditas:
y más aun es inimaginable
verlas con croché o agujas en mano
tejiendo
chambritas y escarpines
o bordando en punto cruz.
¡ No señores! ahora somos
Bellas abuelas punto com
Punto net y amigas de la red
En vez del bastón, el ratón
En vez de la mecedora la computadora
En vez del croché el google chrome.
Ya no asistimos a la iglesia a expiar
Las culpas de juventud
Ahora ponemos un “me gusta”
Y nos llenamos de virtud
Cuando nos regocijamos
Leyendo un mensaje espiritual
Y aflora una inusitada beatitud.
Para impresionar a los incautos
Ponemos fotos de veinte años atrás
Y cuando ya los atrapamos
colgamos las de actualidad
¡Qué barbaridad!
Pero nos sentimos liberadas
Independientes, riendo y llorando
frente al monitor
aunque los frijoles se estén quemando
y no nos damos cuenta si no es por el olor.
Colgamos fotos con los nietos
y parecemos muy amorosas
pero si chateamos ni los vemos
nos volvemos mentirosas
¡ Qué abuelas tan horrorosas!