El sol en el horizonte caía
en lo alto del cerro Coronel la ciudad ojeaba.
Poco apoco la capital de luces,
se fue iluminando
hermosa, mi ciudad se veía.
De pronto sirenas suenan,
Policía, ejército, ambulancias,
en ruido infernal por las calles corren.
En mis brazos mi nieto,
Tres años cuenta el chaval.
presto agitando sus trémulas manitas.
grita ¡Más muetos abelito!
¡Más muetos!
Llenos de lágrimas sus ojitos y estremeciendo
su cuerpecito,
seguía gritando, vámonos abelito
vámonos.
Éste hecho me hizo cavilar,
lleno de angustia y de impotencia murmuré.
Hasta dónde vamos a llegar
Hasta cuándo, Señor hasta cuándo.
¿Esto acabará?
Respuesta no encontré.
bambam