¡Cómo el indio y su grandeza!…
el río trae en las entrañas la fuerza de los andes,
el poder de las montañas…
y la música del viento que silba en la ribera.
El río es bravo como el indio,
baja serpenteando valles y montañas,
se engrandece y parece sosegado
¡Cómo el cóndor en su vuelo!
Las aguas del río discurren lentas… o turbulentas;
llevando vida…
donde hasta las aves,
pequeñas rapazuelas, se lanzan a pescar.
Los ríos se unen con los ríos
forjándose más fuertes a lo largo del camino,
su poder todo lo acrecienta…
trazando sendero hasta llegar al mar.
En la costa luchan dos titanes,
el río se adentra en las entrañas del gigante…
y éste se alimenta de sus aguas
y se llena de riqueza, día y noche…noche y día.
Más el río sale de aquel vientre,
en alas del viento vuelve
a helar picos de montañas, a juntarse con el sol…
a ser libre, a ser río, a ser vida.
Delalma
Jueves, 04 de febrero de 2010