Las guayaba y la tostada
son unas damas del portal,
siempre andan muy bien peinadas,
a nadie quieren engañar.
Pero hay una personalidad oculta,
hay algo que las unió,
es que del licor son asiduas...
esa es su perdición.
Entre comentarios y risas,
cada quien en su lugar,
se echan sus alcoholitos
y no dejan de platicar.
La guayabita (Zahady)le gusta comentar
y la tostadita (Y.Barry) no deja de publicar,
muy de mañanita se llegan a saludar,
en el transcurso del día
sienten más calor en su lugar.
Ellas brindan de alegría,
ellas sienten felicidad,
si la tostadita anda triste
la guayabita la llega a alegrar.
Y ella que es toda ternura
no la deja de consolar,
pobre de aquel que sufra,
ella no lo dejará en paz.
La tostadita es más alegre,
ella los invita a fusionar,
busca cualquier pretexto
para invitarlos a brindar,
que si cumple años la negrita,
que si es el poema de la paz,
que si es día del poeta
o día de la amistad.
Ya por la tardecita
las encuentran en su lugar,
entre bebidas y risas
no se dejan de abrazar.
Ellas terminan despeinadas,
del rimel ya no hay señal,
el labial y los buenos modales
ya se han ido a acostar.
-Guaya hic ta de mi vida...
que gusto hic platicar...
hoy en mic poema ac
no la vi hic comentar.
Mi hic ra mi guaya hic ta...
nos tenemos que alinear,
porque llega le negr hic ta
y nos manda fusilar.
Siempre nos tiene vigi hic lando,
no le gusta des cu hic dar,
que el cuartel esté en orden,
ella quhic ere de verdad.
-Si mhic tostaíta,
yo te ayudo a levantar,
este ti hicradero que hay en tu lugar,
tómate una mentita,
igual yo,la tomaré
y vamos por un cafe hic cito
antes del anochecer.
Si la Coronela nos encuentra
muy sentadas sin vigilar,
nos dará de servicio
una bandera para hic zar...
-Miren nada más que tiradero...
yo les ordené vigilar,
las descuido tantito
y del cuartel hacen un bar,
pero si tienen buenos gustos,
desde vino tinto
hasta champañe,
lo malo es que no invitan,
solo me quieren antojar.
La Coronela ya sin su uniforme
se sentó cerca del \"bar\",
el cuartel se ha cerrado
y ahora van a platicar.
Y ahí están las trillizas,
al mundo quieren arreglar,
la poesía es su vida,
es una bella amistad.
La guayabita argentina,
la tostadita mexicana,
la Coronela ecuatoriana,
su amistad no tiene nacionalidad.
Son las trillizas perdidas
de una cigueña espectacular,
les dió de beber tequila
y las echó a cualquier hogar.
YOLANDA BARRY.
reeditado.