¿Para qué pensar?[1]
La luna, (como nunca) brillaba en la noche fresca...
yo quería pensar... entender... crear...
pero en mi lavada y acondicionada mente,
solo aparecían frases incoherentes...
Se asomó una estrofa de versos lascivos...
enredada con imágenes del último partido,
(penal no cobrado, ¡réferi vendido!),
y la luna seguía aumentando su brillo...
Me hacía preguntas ¡cómo tantas veces!:
¿Por qué no terminan el hambre y las guerras?,
¿Por qué el hombre está destruyendo la tierra?,
¿Adónde van los niños que desaparecen?
Y me atormentaba, ya casi dormido,
mientras en la tele, las estupideces,
hacían sus pasos, sus trucos y giros...
¿Para qué pensar?, (me dijo un demonio al oído).
La luna de pronto dejó de brillar...
el arquero se dio vueltas y bajó su pantaloncillo,
(con lo que se vio que no llevaba calzoncillos),
una oveja que pasaba pateó el penal...
¡goooooool!!... y no me acuerdo más...
[1] A los hombres esclavos de la antigüedad se los castraba -extraían los testículos- (eunucos) para que fueran más obedientes. En la actualidad la castración es a nivel mental... (Medios de comunicación, telefonía celular, relaciones virtuales, telenovelas, vídeo juegos, fútbol y más...), mientras tanto una horrenda realidad pasa ante sus narices sin que la vean y ni siquiera sospechen.