GuillermoO

Después

después

cuando mis brazos se hayan dormido

ven a mí

(no ceso de escribirlo)

con flores rojas a turbarme el alma

 

trescientos sueños como

trescientos caballos derrumbados


será cierto que así es el invierno


lo que antes fue canción y bodas

ahora es doblez  una enorme ciudad

cayéndose


te pedí tan poco

(no ceso de escribirlo)

recibí delirio  muros

laberintos

violentamente laberintos

un color de hiena

persiguiéndome

ecos de la sombra de una hiena

la sombra de la risa de una hiena

persiguiéndome


queda el recurso de llorar ahora

pero qué lágrimas poner en mis ojos

sino las que tú perdiste

al entrar al mundo.

                                  G.C.

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