Tus besos no me provocan
porque los dejasteis yertos,
mis labios olvidaron
tu aroma, tu roce
para que sepas
se convirtieron en bronce.
Así se encuentran fríos
como lápida de mármol
guardando tantos secretos,
si tú los tienes muertos
no te aflijas
que no soy JESÚS
para resucitarlos
quédate con esa cruz,
para solo recordarlos.