Qué luna tan hermosa!
que me hace volver a mi pasado
en esos días cuando andaba navegando
en un barco pequeño,
en el día trabajando y en las noches descansando.
La gaviota en el mástil posada,
esperando la aurora
para hechar el vuelo
y yo rezando a mi Dios,
para que nos de buena pesca
y llegar al puerto y la que
esperaba se sintiera contenta
que su amado a llegado
y mi madre feliz, que su hijo le
traía pescado para servirlo en la mesa
Qué día buenos que fueron,
hoy que estoy cerquita del puerto y
con luna llena me invade esos bonitos recuerdos.