Vete lejos si quieres, a donde nadie te conozca,
ni por tu bello nombre, ni por tu difícil antenombre,
ni por tu hermoso vislumbre, vete lejos si quieres,…
Pero llévame contigo,
Llévame en tus memorias, llévame en tu corazón,
Solo de esa forma sé que siempre
he de permanecer en tu sombra.
Y nunca abandonado;
En tu memoria me considerare afortunado.
Y nunca desamparado;
Por tus memorias estaré frecuentemente pensionado.
Y nunca jamás por el amor abandonado.
Vete lejos si quieres pero llévame contigo,
Como el elegido prodigo, como la cicatriz imborrable.
En cada recuerdo seré prodigio del vestigio de tu litigio.
Y la separación existente entre nuestros cuerpos
será solo la anchurosa tierra, con la que decidió
cruelmente separarnos el destino.
En todas mis acciones y en toda mi mente,
Tu recuerdo será concurrente y nunca vigente.
Como el polvo que se impregna en mi piel
Formando recuerdos como tatuajes;
Ese polvo, invisible, pero omnipresente.
Como en la sombra la existencia de alguna luz.
Como en todo recuerdo el olvido. Estarás presente.
Vete lejos si quieres,
Pero asegúrate de que en tus recuerdos,
Mis recuerdos vivan con el mismo amor de siempre,…
Eternamente.
Uwaldo López.