La que amando perdemos,
luego de nuevo ganamos,
tenencia que no tenemos
cuando nos entregamos.
Lo que cordura ya no es,
pues la pasión te domina,
dulce tentación tal vez,
orgasmo que predomina.
Lujuria que no se niega,
no existe la conciencia,
mirada de luz que ciega,
un gemido y esencia.
Al no poder razonar,
es el temor a ser cuerdo,
que entre pensar y amar
ya no exista un acuerdo.
Es una palabra ausente,
cuando el delirio manda,
que no prive en tu mente
ni en tu ser se expanda.
Es silencio repentino,
quizás arrepentimiento,
tu desnudez el camino
para un dulce momento.
No hay lucidez al amar,
hay locura permisible,
emoción por entregar,
tu cuerpo… alma sensible.
Poema totalmente original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Publicado el 13/8/2014
Imagen: De Google