LUMBRERA MÍA
Serás mi diosa y lumbrera mía, la estrella de ágata,
de alabastro y de berilo y quiero iluminarte de llamas celestes
y de azules policromías para fundirte en las llanuras de mis suspiros
en un rincón de la selva donde se besa la gloria co frenesí del delirio.
Te embriagaré de amores y de gloriosos vinos, vinos que invocan locuras
sobre las hechiceras hierbas secas del campo las que invitan a la pasión del beso
y a la unión y roce románticos de nuestros límpidos cuerpos.
Anhelo esconderte en las mágicas y transparentes torres de vidrio
hasta el deseo de verte dormida en las blandas sedas de la selva,
que decaen sobre el silencio del aire y en la soñada barcarola
de mi amada mariposa y de mis pupilas que por ella lloran.
Dejaré que me cobijes en la cueva de tu plumado pecho
para ver como te ocultas bajo la capa crepuscular del sol moreno.
Todos los rayos se pondrán encima de tu bello cuerpo
y te harán beber el delirio virginal de un diluvio de fuego,
sintiendo el rumor del viento para hacerte morir
de gloria debajo de tus celestes ojos y en las aguas de tus sedientos besos.
Vivifícame ahora, oh, alondra mía,enciérrame en la capilla de tus divinos iris,
para poder morir en la cámara estática de tu furtiva luna
hasta la aurora de la locura.