Llueve en esta tarde,
tierra árida sin perfume
llueve, aplaca el calor de mis entrañas,
bajo esta lluvia incesante...
Llegas tú...mujer,
con loca mirada, en busca ...
de desahogar lo que siento.
Resequedad que abruma mis labios.
Veo: tus labios agrietados sedientos de humedad;
montañas descubiertas y famélicos
de caricias bajo ese tejido;
silueta de caderas anchas, sensuales
y temblorosas.
Imaginarte más allá.
Vagina delicada, atrayente,
a punto de enclavar entre la
arena y el agua del mar;
varonil yo, impregnando la pócima
que conecte todas tus emociones,
de mujer candente, salvaje y
atrevida. Llueve.