Poesía en épocas de guerra,
su contenido es tan peligroso,
como el fusil, en manos del enemigo,
o la granada que cruza los cielos.
¡Matad aquél, que lleve un bolígrafo!
¡No dejéis que escriba un sólo verso!
Ni menos que piense por sí mismo,
porque él, es el enemigo.