Nos bendices madre patria,
y nos legas un sin fin de huestes
que por tus cicatrices
sus plantas han trozado.
Nos amas madre patria,
y orgulloso estoy de tus colores
pues sin ser dorados como el oro
son el más grande tesoro.
Te regalan madre patria,
políticas vacías te han saqueado
como aquellos años en que libertad
el Tlatoani había anhelado.
Te lucho, madre patria,
y defiendo tu cultura cual
presto y aferrado soldado
a ti mi fe, felicidad y angustia.
No te mueres madre patria ¡VIVES!
pues nunca has despreciado
sangre que tus hijos
por tu suelo hemos derramado.