A veces te sentirás iluminado,
pero todo lo que brilla
como el día
también tiene su ocaso,
no es el punto sobresalir
sino, de no ser un fracasado.
De que ganaste la palestra
interna de tu espíritu,
de sentir
que en todo momento,
fuiste un personaje verosímil
mostrando denuedo.
De saber que nunca has bajado
los brazos,
impulsado por tu anhelo
intenso,
de realizar paso a paso
tus proyectos...
De entender que a las barreras
se las traspasa;
el que obra con ahínco
consigue a la corta o a la larga,
que se le abran
las cerradas puertas...
Es como escribir un libro,
desarrollas la idea
en forma sistemática,
con paciencia
y con confianza
página a página...
Adolfo César (NAZARENO)