Descenderé de mi altar
caminaré hasta ti;
rasgaré mi velo
te llevaré a mi cielo.
Mis manos viajar por tu cuerpo sientes;
siento tu humedad, siento tu emosión.
Y tu miembro tibio palpitar presente ;
justo antes de penetrar en su prisión.
Me haces sentir la vida,
me haces palpar la muerte
el llanto y la risa;
gozar y gritar
un momento sin prisa
es instante de amar.
Junto a tu mudo aullido, derramé mis glorias;
mi bestia feroz, mi hombre voraz.
¡Acúseme el cielo de idólatra y ereje!
mientras nuestros cuerpos comparten sus fluidos;
y esa mano, que dicen; al destino teje...
nos deja como amantes, criminales o mendigos.
......
......
Y tus manos me tocaban
ojos cerrados, abierta el alma
tus labios mi cuerpo exploraban
eras mi crisis...
...eras mi calma...