Ary Vala

AUTOCOMPLACENCIA

Cuando no estás, no queda más que extrañarte

Impenetrable es el tiempo cuando no estás.

Se desperdician mis manos en caricias tiradas al viento,

Los besos  se gastan en copas de vino añejo.

Y es que cuando me hace falta tu cuerpo

Mis dedos inquietos hurgan bajo mi ropa

Y dibujan tu nombre  desde la piel hasta el esqueleto.

Me pongo a pensar en esas noches cuando si estas

Y me recuesto  en el lecho  donde soñamos juntos

Donde como en un circo hacemos magia y trucos

Y donde del día nos quitamos el veneno.

Mi alma arde con el abrasador recuerdo

De la pasión delirante de nuestros felices encuentros.

Vuelves a mí  como una estela en mis manos,

Con las que señalo las huellas de tus besos

Uno a uno,  cada punto se vuelve intenso

Como si estuvieses aquí  bebiendo de mi aliento.

En soledad atraigo cada uno de tus meneos

Simulándolos  con caricias de mis dedos

Tu nombre murmullo, ameniza el momento

Mientras cada esquina de tu piel evoco

Con esta método que muchos dicen que es de un loco,

Acabo no sintiéndome feliz pero si saciado

De mis caricias que en tu nombre he empleado.

No pretendo reemplazarte con mi s manos

Ni deseo acostumbrarme a esta práctica  yerta

Pero es  que la libido del hombre es intensa

Y a veces la presencia de la dama es incierta.

Así en vez del engaño con las mozas de la esquina

Con tu recuerdo  y mi destreza, prefiero autocomplacencia