Tiempo me falta, tiempo.
Preciosa moneda
que se pierde
de manera indolente,
se nos escapa
intangible y sin retorno
en la incesante
tarea de envejecer
y disiparse,
en restaurarse
del desgaste
del trabajo diario.
Tiempo, me falta tiempo
para atender los menesteres
en que me afano, leer y escribir,
atender el teléfono
y negociar mi deuda.
Conducir mi automóvil
por el tráfico, y esperar
que el verde encienda.
Tiempo me falta
para buscar a mis amigos poetas,
solo espero que en esos largos
lapsos transcurridos,
ningún viejo amigo, se haya ido
sin haber tenido ocasión
para una despedida.
Tiempo que me desgasta
cuerpo y rostro, y me pinta
de plata los cabellos.
Que me provoca recuerdos
y nostalgias, no te vayas,
que de vivencias
nuevas aun tiempo falta.