Mis caballerizas se dirigen hacia el norte buscando el amor perdido,
mis soldados más fieles se dirigen al oriente a buscar el sueño extraviado,
mis súbditos más cercanos se dirigen al occidente a buscar el remedio del alma,
mis amigos se dirigen hacia el sur para buscar el elipsis de la vida eterna...
Mi alma se dirige al cielo,
a la dimensión visible y oculta ante los ojos terrenales,
allí encuentra amor, sueños, esperanzas, ilusiones, remedio del alma y el elipsis de la vida eterna...
Allí veo frente a frente a DIOS cuando mi alma y corazón se consumen en la oración.