Mi esposo y compañero,
En mi mente, el primero,
En mi vida, un consejero,
Y a mi oìdo, muy sincero.
Encontrando un sentido,
A mis dìas a su lado,
Un mañana de esperanzas,
Y un ayer, yà disfrutado.
Muchos dìas de sociego,
Tantas noches de desvelo,
Y uno al otro apoyado,
Desde el suelo al mismo cielo.
No te vayas de mi lado,
De un futuro encantado,
O de mi jornada matutina,
Que a mì, tanto me fascina.