En nombre del olvido prometo,
que no pasará mucho tiempo,
para exprimir mis angustias y lamentos,
entre la cama y mi desierto,
y diga con gran acierto,
que ya no eres lo que siento.
Y aún teniendo cerca mis tormentos,
habré de recorrer tu nostalgia,
entre los recuerdos y mis ansias,
escondidos en mi almohada,
despidiendo a mis querencias,
sin medir las consecuencias.
Más, sin razón y sin motivo,
pasarás al lado izquierdo del estío,
en nombre del olvido y sin dejar resto,
apremiarán las tristezas en mi rostro,
pues afirmaré que no te conozco,
y tú dirás: No fue contigo.
Surcarán las preguntas más allá del llanto,
sobretodo porque prometimos amarnos tanto
y en esta noche de despedida,
quedarán solitarias las golondrinas;
en nombre del olvido y del sentimiento,
cada quien se irá con su momento.
Se tornarán borrosos los abrazos que nos dimos,
y aquellos instantes que no nos permitimos,
en ésta ocasión el amor no fue testigo,
de un par de locos en tiempo indefinido,
pero debo aceptar que, cómo siento,
el hecho de que partas, desde el pecho.
En nombre del olvido prometo
y, ante la esperanza, insisto,
que no pasará mucho tiempo,
para convencerme que existo,
pues a pesar que me duele tu olvido,
puedo asegurar que en el fondo...Siempre se esconde un camino.
Ricardo Felipe
Un soñador sin mucha estirpe