Hospitales de alcohol y ruido de carritos,
Un gemido, un llanto, una joven en un pasillo
De repente elocuentes y desgarradores gritos
escucha interpretando sonidos de grillo.
Hospitales de miseria y esperanza
Donde, en un segundo nace y se muere
Donde se puede volver de la vejez a la infancia
Donde se habla, se calla, se arropa y se hiere.
Hospitales de batas blancas, verdes, amarillas
De horas eternas con la mente distraida
De maquinas pitando alertas, mascarillas
Y de deseos del agónico, expectante suicida.
Hospitales de la muerte y de la vida
Donde el destino intolerable de tu alma
Solo lo marca la puerta de salida
Y la forma en que vayas tapado en tu cama.