Barba saliente de arboles callados,
muecas en el pastisal
costumbres desacostumbradas,
sello del invierno en tus rincones olvidados.
-Calma, solo es el viento!
En un mismo plano, calmado el solsticio
escondido ensueños, tan tenue, tan sol.
Arriba del copo de aire, arriba del trono efervescente
mueren las astillas de las hojas:
manantial de naturaleza muerta a la vera de las raices
y cosechadas en la plenitud de la tierra.
Mirando mis piernas; poemas sin nudo,
sintiendo el aroma; reflejo del cielo
conjugando el aire limpio de enlclenques impios.
Tal vez al alba, le cante este sortilegio en esta tarde,
con este sol que se esconde tras el vestido de luna
el vestido verde del bosque, verde de sueños verdes...