En el abismo donde me arrastró un fuerte viento,
Entre aquellos senderos, entre abrojos y espinos,
Perdido en laberinto de sinuosos caminos:
Un inmenso desierto donde muero sediento,
Me quedé desde aquel tan infausto momento
En que yo cometí un loco desatino,
Besar a un albo ser exquisito y divino,
Y sin más me quedé, desolado y sin tiento;
Hoy busco su perdón -¡cuán quisiera alcanzarlo!-
Busco la comprensión a ese impulso sentido,
Que vean que fue amor el que quiso lograrlo
Y que yo lo dejé, estoy arrepentido;
Pero si la besé -¿cómo podré olvidarlo?-
Todo en un beso di y hoy me encuentro perdido…