Es madrugada y va cediendo mi desvelo,
y cuando me despido me dices:
“Descansa mi amor
que yo estaré pensándote
como quien está velando tus sueños”.
Sabes!
nunca escuché poesía tan bella como la tuya.
Será por ti, por mí,
será porque la idea de un “nosotros”
tiene una fuerza infinita
y la ilusión se va cargando
con las razones de este amor.