Buscando un sustituto.
En vista que te empeñaste en postergarme
Por el juego de naipes y los amigos
No me queda más que liberarme
Y buscar a quien quiera estar conmigo
Para así poder tener paz y sosiego
Y que ante mis encantos no sea ciego.
Empezaré queriendo que sea el hombre ideal
Que se emocione al verme y gesticule una sonrisa
Que sea caballeroso guapo adinerado y muy leal
Y que al momento de amar nunca tenga prisa
Que cumpla el mínimo de mis caprichos
Y que todo lo que yo diga para él, esté bien dicho.
Que fabrique un reino donde yo sea su reina
Y él se limite a ser tan sólo mi esclavo
Que pelee con el viento si este me despeina
Y que se ponga de alfombra para que no pise clavos.
Que alabe mi buen gusto al escoger un vestido
Y que diga :¿Qué sabroso! Aunque este pésimo lo que le haya servido.
Que se empeñe en que logre todos mis anhelos
Y y aunque amanezca despeinada me llene de besos
que aunque me vea sonriente con otros no tenga celos
y soporte de mis rabietas los excesos.
Que para hacer las tareas de casa no tenga pereza
Y que demuestre al hacerlas mucha destreza.
Que sea de la contextura de un negro
Que sepa cantar bonito y escribir precioso
Que me diga: amorcito cuando te veo yo…me alegro
Y que diga que tengo un cuerpo hermoso.
Que sea trabajador, generoso y complaciente
Que además de todo eso sea muy inteligente.
Que me pague todas mis facturas
Que se sienta orgulloso de mis gastos
Que me traiga todo el sueldo con premura
Y que se encargue personalmente de los abastos.
que sea el que se encargue de bañar al perro
y que no se enoje si no lo hace y lo encierro
Que me lleve el desayuno a la cama
Con una rosa un poema y una tarjeta de crédito
Que me trate siempre como soy: una dama
Y que por ello no quiera ningún rédito.
Que se arrodille ante mí pidiéndome perdón
Si no tenía fondos en el banco y no pague una joya
Y que no se enoje si por eso le tiro una olla
Y que vaya contento si lo mando al paredón.