MANZANAS…
Hoy muere alguien
y deja atrás más que dolientes,
deja un mundo mecánico para el que ni siquiera existió….
Detuvo en segundos toda su vida,
miró al techo,
imploró un poco,
no luchó,
soltó una lágrima,
exhaló
y se fue.
Formó parte de un teatro
necesario para los suyos,
cultivó la ausencia como una obra de arte,
descendió tres metros,
comulgó con la tierra
y no volvió más…
Los suyos le dieron la espalda
vivieron sus vidas, envejecieron,
y padecieron su propia muerte…
Y en un mundo extraño
comieron manzanas nuevas.
Angel Arveláez