Por un beso que aún no llega,
es que seré un triste quijote,
doliéndome la cruel distancia,
entre mis labios y los de ella.
Será sutil mi fantasía,
buscando en los claros silencios,
y sin saber los volaré,
volaré en frágiles inciensos.
Fluiré en los caminos del amor,
recreando su entrega a la mía;
Distancia déjame ser feliz,
permite que me encuentre con ella.
Buscaré en mis sueños su figura,
su imagen grabaré a mi presente,
sentiré sus labios..., su besar,
ya no habrá ni ausencia ni pesar.
Sus caricias secarán mi llanto,
sus besos recrearán mi canto,
borrarán heridas que en mi piel,
otro antiguo amor marcó en mi ayer.
Me librará de años de mentiras,
no tendrá caretas ni disfraz,
me amará siempre por lo que soy,
y por lo que nunca más seré.
Que profunda y bella emoción,
soñar como niños despiertos,
pensar que la piel otoñal,
aún puede amarse de verdad.
La amaré con viva ansiedad,
me entregaré a ella con furor,
sin recordar aquel amor,
que mi dignidad destruyó.
Toda luz se acercará a mi vida,
en mi balcón el sol brillará,
cubrirán sus rayos nuestro amor...
retornarán a contarle a Dios.
Andrés Romo