Mi casa tiene las cosas
que necesita tener,
tiene jardín qué, con plantas,
al frente se puede ver.
Mi casa tiene su patio
con un guayabo en el medio,
un naranjo, un limonero
y un mango enorme también.
Tiene alero, tiene hamaca,
tiene olor a quemadillo,
tiene mi cama en el cuarto
que comparto con mi hermana
y una cajita en la cómoda,
donde guardo mis anillos.
Un “tatakua”1 casi al fondo,
para hacer sopa o chipa,
también está mi papá,
que es el que enciende el horno.
Mi casa tiene cocina
y música en la radio,
mi casa es el escenario
donde brilla mi mamá.
No sé si mi casa es pobre,
no sé si mi casa es rica,
no sé si es grande o chica,
no lo entiende mi razón
(soy apenas una niña);
sólo sé que allí palpita
¡alegre mi corazón!
Mi casa tiene el amor,
la fe, la luz, la esperanza;
en mi casa hay confianza,
seguridad, comprensión...
mi casa tiene la llama
¡que enciende la ilusión!
1 Horno casero.