Darío Ernesto Muñoz Sosa
Canción a Nicolás
Pequeño niño, que sus ojos tiesos
ni una lágrima derraman,
Encanto de mi hija, su muñeco tierno.
Quizás no sea más que un inanimado objeto
cuando en mis brazos le acuno
pequeño se me hace al bordearlo.
Tal vez sea, un ser que encante
Fiel compañero, de aquella niña de mis amores.
Pues el simboliza el gran amor,
recodándole a la niña, así como el Arco iris
un pacto de amor y paz
A su infinita madre, que le dio a luz un día de amores y gozos.
Habrá otros, más no como Nicolás,
Más existen Juriana la pepona hermanita mayor
Ilustre varón, de especial mirada.
Oír entre murmullos las voces de esa niña
mi encanto que aletarga mis horas de hastío
Y entre esas rutinas, cayendo a un vacio de aires nuevos
Mi mente viaja a recónditos suspiros,
¡Ah, que loco hombre!
Ocurrirme, dedicar estos pensamientos
A ese pequeño niño.
Sé, que un día,
En las futuras mañanas tal vez, esa niña
Sea una gran madre, amando a sus niños
Y en algún rincón de la casa
Se quedaran dormidos sus gestos
En penumbras mis anhelos,
Cosas que tienen los años, horas sin prisas
Mi niña jugando, en el horizonte de esta tarde
Mi alma se complace, en sus canciones de pequeñita
Ella, es mi mar, mi paz, mi único cielo
¡Oh mi niña Abril Morena!
Argentina 19 de agosto de 2014.