FLOR DE UN DÍA
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Creí que siempre serías para mí
cuando en tus ojos aquella noche me vi
y me retaste con tu mirada angelical…
En ese momento sentí un flechazo
y ansiaba darte un beso o un abrazo
para hacer de ese encuentro algo especial.
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Creí también, por un momento,
que por ti pasaba el mismo pensamiento
y que, como yo, lo mismo ansiabas…
Así que, fui contigo muy directo
y aproveché el momento perfecto
para preguntarte si me amabas.
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Sólo recuerdo que me diste un beso
y aunque, de respuesta no esperaba eso;
para mí… fue el “sí” más original,
convirtiendo aquella noche oscura
en una noche larga de locura,
dejando pendiente lo formal.
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Esa noche, en tan dulce compañía,
juré por todos los santos que lanzaría
a la soledad en una profunda zanja;
pues, a tu lado lleno me sentí
tanto que, en ese momento creí
haber encontrado mi media naranja.
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La soledad tuve que recoger
y esta vez sin poder saber
hasta cuándo será mi compañía.
Hoy, guardamos en nuestras memorias
la más corta de las historias
en donde fuiste flor de un día.
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Autor: Jareth Cruz
San José, Costa Rica
19/08/14