No me asustes con tu presencia
Si sabes que no eres grata,
No me aísles en tus murallas
Donde todo es tristeza y lágrimas.
Solo te aceptaré breve, y si eres solicitada,
Acompañada de delicada música
O de bellos paisajes
De mar y montaña.
Soledad mística y tenebrosa
Si sabes que no eres bienvenida
Pasa de largo de mi persona,
Y aléjate de mi vida.
Si solo traes pensamientos amargos
O eternas desconfianzas
Instálate muy lejos
De todos los que amo.
Soledad constante, soledad perversa
Que te apoderas de las débiles mentes
Y con ahínco las destruyes
Cavando en ellas tu madriguera.
Extiende tus alas soledad y vuela
Solo si eres escasa me consuelas,
Dilúyete con los vientos,
Y terminen contigo las tormentas
Acabarían las negras pesadillas
Y horribles angustias
De las pobres gentes
Que corroes y mancillas.
Elda 20 de Agosto de 2014
Jesús Gandía Núñez