Managua, 29 de abril 2014.
(Para ti amada mía)
¡Oh amada mía!
Te has convertido en mi dulce agonía,
cuando te pienso y te abrazo cada día,
en ese abrazo etéreo que sólo yo te doy
y solamente tú sientes.
¡Oh amada mía!
Si pudiera viajar sobre ese espacio,
te amaría con ternura y despacio.
Tomaría tu pelo entre mis manos
y con un beso santo tu frente santiguaría
para decirte que te amo,
amada mía.
¡Oh amada mía!
¡Cuánto te extraño!