Suave paisaje de blancura inmaculada,
Bosque de claros colores y dulce aroma,
Días de belleza cálida y noches de sabiduría helada,
Recelas nubes donde el Sol poco se asoma.
Cálidas brazas ardientes de mi chimenea,
Que me dan cálida bienvenida cuando te recuerdo,
Aquel bello pino que adorné, pensando en ti
Y con verlo, recordarte y mirarte me siento amado.
Ésta mañana tintinea la brisa en mi ser,
Ando en el frío bosque y busco tu mirar,
Pero en aquel bello bosque no te pude ver,
Porque estás junto a mí y yo no me canso de amar.
Adoro aquel cielo invernal, donde me pierdo en ti,
Donde nuestro amor opaca las brazas de mi chimenea,
Aquellos bellos días donde el paisaje envidia tu ser
Y esas frías noches donde ya no hace frío.
©Antonio Quesada Espinoza. Todos los Derechos Reservados.