Ermitaño es el que huye de la gente.
Su misión es diferente
nadie a el comprendería.
No es profeta ni adherente
a la falsa idolatría.
La constante hipocresía
lo resiente
y se ausenta nuevamente
en su cueva de Utopía.
Ermitaño es renuente a decir cosas vacías
y es presidente
de su loca fantasía.
Ermitaño es la alegría
sana y pura y sin engaño.
Si lo ve no le haga daño
que el jamás lo dañaría.
Sus modales si son bruscos tenga en cuenta su osadía
de decir esas verdades que ya nadie escucha hoy día.
Ermitaño es valentía
de buen paño
de buena lencería.
Se le ve en un escaño
por las tardes siempre frías.
Si está solo y anda huraño
por favor.
No sonría.