ADIÓS A LA TIERRA MALDITA
Eres la brisa dorada y ligera arenilla oh, caracola mía,
de espuma blanca de mis playas y de mis rayos que brillan
para tus ojos de hechizo oh, medusa de mis orillas.
Eres reclamo de mis ojos y pupilas y de mi alborada vespertina,
sois la ribera de mis mares floridos y la sirena de blancas mejillas,
donde tengo mis traineras y la hermosura de mi barquilla
sobre las dunas blancas de arena, arenales de mi vida.
Abrásame en tus veredas y ámame desde tus pupilas;
oh,diosa de mis poemas,ven tú ternura del aire oh,mi gondolita,
que estoy entre cadenas,libérame de este llanto de amor sibilina,
te suplico mi libella,ven en las manos del alba a darme tus caricias
sobre las nubes que vuelan y antes que se acabe el mundo eres mía.
Bésame con tus glorias oh,cielo mío para irnos de la tierra pícara;
bien mío dame el último beso para decirle adiós a la tierna maldita;
subamos hasta el valle de la eternidad donde tenemos la vida.