Cinco de la mañana.
Un pájaro aprendiz
picotea
la última sombra
y pía.
El aire
frío
contiene la respiración
y espera.
Un auto trasnochador
sigiloso
rueda
bañado en luz de farol.
Ella
todavía flota
en el mundo astral
con pequeños sobresaltos.
Yo dormí bien.
No tuve sueños extraños.