Todo terminó... ¿es que no lo has comprendido?
aquel cristal del que hablabas se rompió,
estalló en mil pedazos, cayó hecho añicos
y un cristal roto no tiene solución.
Dejaste escapar como agua entre los dedos,
eso tan hermoso que hubo entre los dos,
dejaste mi corazón cubierto de hielo
y mi alma quebrada de tanto dolor.
Todo terminó. Y ya no me quedan lágrimas,
no tengo reproches, tampoco rencor
y no nos sirven de nada las palabras,
como no nos sirve de nada el perdón.
Todo terminó... ¿es que no lo has comprendido?
sólo hay en mis labios un sabor amargo,
sólo hay en mis brazos un intenso frío
y en mi mente mil recuerdos del pasado.
Todo terminó... ¿es que tú no te das cuenta?
que no podré nunca más decir que “te amo”
porque quedó mi alma a un paso de estar muerta.
¡y sólo vacío me queda en las manos!