Que fría es la noche,
Me he servido un café,
Desde que no estás, el calor se esfumo
El día se nublo y penumbras formo.
Hoy recuro a la manta que forjaste una vez,
Para cubrirme con ella, en soledad
Mientras la duda de descartes,
Me embarga y me obliga a pensar ¿dónde estás?
En un intento por dormir,
Permanezco despierto, suspirando
Y recordando lo que fue,
De este amor que se esfumo.
Mientras mi corazón, muere de sed
En el desierto del indiferente,
Abandono y olvido,
Al que lo has condenado.
Javi Jimenez