ADOLFO CESAR MARCELLO

OTRO DÍA MÁS...

 



Después del sueño


etéreo y profundo


de mis horas dormidas


despierto


con el llamado


de las aves amanecidas


que me saludan


con absoluta algarabía


y que me avisan


como si fuera un designio


que estoy presente y vivo.


Se forma en mis labios


una súbita sonrisa


siento que mi espíritu


se renueva y compatibiliza


con la condescendencia


del decreto divino


del cielo


que me permite vivir


y disfrutar


otro día más...






Adolfo César (NAZARENO)