Ha llegado a despertarse
con los ojos cerrados
pero siembre despiertos,
la ha visto pasar
sin dejar huella.
La ha visto tantear
acariciarse el pecho
porque algo le quemaba
una cicatriz,
una mancha de lluvia
en la memoria.
La ha seguido en silencio
pero sin levantarse
como casi en un sueño
la ha seguido
para encontrarse en la cama
con los ojos cerrados
pero siempre abiertos
Como reconociéndose con su yo dormida
como recibiendo la noche para siempre.