Tu Lengua me toca
con precisión metódica
la médula del alma…
Obstinada impulsa
el tránsito feroz de tu aliento,
lubricando la voz de mi palabra…
Vibro en la loca
acentuación de tu Silencio
y descifro el alboroto
del caudal sinfónico,
que discurre por tus dedos…
Brota el impacto cardinal,
que descubre mi suspiro
en las vitrinas del aire…
Las dimensiones arcanas
alcanzan el total
Testimonio de mi sangre,
facultándome penetrar
tu inconmensurable mirada…