Si dijera que te quiero
no haría más que repetir
el infinito del verbo
debería, entonces,
inventar
una nueva palabra
que lleve algún trino
nunca oído
que sea mar y pez
flor
que crece en el lodo
herida de guerra
algo que suene
como la palabra amor
una palabra
que sólo los dos
sepamos
tal como
abrazo en espera
abandono de piedra
poesía.