Perdido en un sinfín de tentaciones,
transcurre el devenir de mis tormentos,
llevando siempre a cuesta mis pasiones
bajo el cristal sin luz de mis lamentos
En un irremediable atardecer,
y en la sinuosidad de mis recuerdos,
convergen en un sueño a veces lerdo
mis tristes sentimientos de placer
Así surgen los gritos de mi espera,
entre semblantes de oscuras melodías,
con escarpadas voces y quimeras
que alientan el dolor de mi agonía
Ahora esa nostalgia me estremece,
hundiéndome en el más impío abismo
pues ya mi corazón no será el mismo
por el vértigo de amor que me entristece