Aun no cae la noche en tu rostro,
te veo como antes, firme enérgica amorosa.
Cincuentas años pesan, algunos dirían,
pero tu pareces de treinta, no te lo digo por cortesía,
yo te siento así, y basta que yo lo sienta,
ven siente mi pecho, aun guardo calor para ti.
Te sigo mirando como antes,
como cuando la primera vez que te vi,
y hoy que tus agostos pasaron, de prisa según tu,
me siguen gustando tus mejillas rosadas,
tus ojos color café de valle tropical,
tus manos suaves tu perfume como el rosal.
Ni la sombra de la tarde invernal
opaca tu belleza ni tu figura angelical,
yo te siento así, y eso me basta.
Te veo tan igual como hace veinticinco años atrás
y mi pecho late igual por ti con el mismo ritmo
y tengo ilusiones que no se borran.
Solo cuando los niños llegan a casa
me doy cuenta que los años pasan,
¡Pero esta bien mujer! La vida nos ha premiado,
tenemos seis razones importantes para trabajar,
porque a lo hecho se le pone el pecho
y con amor todo lo podremos.
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para mi amada Maria Lidia .Sáb. 23 ago. 14_Pisac_Cuzco