**En algunos casos, la vida no vale ni dos centavos, matar o morir esa es la ley.**
A mis 15 años solo soy un sobreviviente de un mundo hecho de hipocresías, basura de más basura.
Cuando fui parido debieron dejarme abandonado a la intemperie para así morir de inanición y frio;
pero no, al igual que nacer decidieron por mí que viviera, bastardo de bastardo, otro mentira más de que el amor salva al mundo.
Acá estoy quemando mis ultimas neuronas, un proscripto de la sociedad, un paria, un engendro del mismo mal con que se gestó esta vida que no deseo vivir.
No tengo lágrimas ni recuerdo cuando fue que las tuve o si alguna vez lloré, no tengo caricias para dar, solo golpes como el que desfiguró mi cara a los 6 y quebró mis costillas, no sé de abrigo, solo mendrugos, retazos de sol que calientan mis huesos en invierno y calcinan mi piel en el verano.
No se quien soy ni a que he venido a esta jungla, tampoco importa mucho ya, poco me queda, me cuesta respirar y al paso que voy solo restan meses para este final de quien no debió nacer, ya que morir así estaba escrito.
Al igual que el Nazareno me pregunto,¿ Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado?