Hagamos de nuestro amor una tormenta
donde la fuerte lluvia y el viento,
eternicen nuestro juramento
y el furor del amor por ti, aumenta,
llenando de sublime gracia, este momento.
Deja que boca diga muy queda
que me hagas tuya, es tu anhelo,
llévame a conocer el paraíso, el cielo
de tu amor quiero ser siempre tu esclava.
Que yo, tranquilo espero
espero tu anhelada llegada,
para que juntos disfrutemos
las caricias de mi enamorada.
y cubriré de besos tiernos,
tu cuerpo entero, tomando
la morbidez de tus senos redondos,
y tomar con amor, su calor eterno.
Hagamos de nuestro amor una tormenta.
Por: Manuel Palacios.